Piezas que hablan del mar, la lluvia y el verano en la última gala de la OSSLA

Culiacán, Sin., viernes 17 de junio de 2022.

Comunicado de prensa No. 485

  *Cerró su Primera Temporada 2022 con temas de Rachmaninov, Claude Debussy y Witold Lutoslawski

Culiacán, Sin.- Con tres piezas que tienen como tema el mar, la lluvia y el calor del verano, propio de estas fechas, la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes concluyó su Primera Temporada 2022, con una Gala Sinfónica de Clausura, en el Teatro Pablo de Villavicencio bajo la dirección artística del Mtro. Miguel Salmón del Real.

Así, cerró una Temporada iniciada en marzo pasado, durante la cual se ofrecieron once conciertos, algunos replicados, con música de los grandes clásicos, entre ellos Ludwig Van Beethoven, cuyas nueve sinfonías son parte de la programación de este año, así como música popular, música para jóvenes y niños, sin contar sus conciertos extraordinarios en grandes celebraciones.

En su decimoprimer y último programa de temporada, la Orquesta interpretó “Spring waters" (Aguas de manantial), de Sergei Rachmaninov, una bella pieza que forma parte de las “Doce romances”, de ese autor, con la que abrió esta gala.

Luego, "La mer", de Claude Debussy, subtitulada como “El mar, tres bocetos sinfónicos” y que, a decir de Salmón del Real, describe precisamente el ambiente marino, las olas significadas por las cuerdas, y el viento por los alientos con las percusiones en el romper de las olas y las arpas en los sonidos del movimiento del mar, etcétera.

La pieza data de principios del siglo 20 y, pese a que no le gustaba la clasificación, se le considera de corte impresionista, y está dividida en tres movimientos: “Desde el amanecer hasta el mediodía en el mar”, “Juegos de olas” y “Diálogo del viento y el mar”.

Cerró tras el intermedio con una pieza poco tocada por estos lares, como es el "Concierto para Orquesta", del polaco Witold Lutoslawski, compuesta a mediados del siglo pasado, en la que a diferencia de otros conciertos orquestales, no hay un solista sino que cada instrumento, a su momento, es solista y es un desafío para cualquier orquesta, en una composición muy modernista pero con formas clásicas, llena de timbres, texturas y ambientes calidoscópicos.

La pieza consta de tres movimientos: “Intrada. Allegro maestoso”, “Capriccio notturno e arioso. Vivace” y “Passacaglia, toccata e corale - Andante con moto – Allegro giusto”, en los que la Orquesta mostró todas sus capacidades y virtudes sonoras.