Ana Clavel presenta su libro Las ninfas a veces Sonríen, en el Museo de Arte de Mazatlán

Mazatlán, Sin., Jueves 25 de septiembre del 2014

No. 925

Una novela impregnada de misticismo erótico, califica Elmer Mendoza

*La obra es Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska 2013

Aprovechando su visita al puerto de Mazatlán, para  impartir el taller de textos eróticos breves, la escritora Ana Elena Gómez Clavel presenta esta tarde su libro,  Las ninfas a veces sonríen, novela ganadora del Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska 2013.

Acompañando a Ana Clavel, el escritor sinaloense Élmer Mendoza, dramaturgo y cuentista, así como director de Literatura del ISIC, felicitó a la autora de Las ninfas a veces sonríen, por su gran trabajo literario, expresando que el libro lo atrapó. Durante el evento se dio a la tarea de leer pequeños fragmentos, que en su opinión encierran el misticismo de esta novela erótica.

En esta publicación de Alfaguara, Ana Clavel se sumerge en el mundo de una sexualidad gozosa, experimentada a través de los sentidos de Ada, una niña, adolescente y más tarde mujer que narra el descubrimiento y el desarrollo de su sensualidad; mezclando en su historia elementos míticos como las ninfas, princesas, sátiros, tritones, hadas y otros seres fantásticos.

Ada es una niña que imagina ser una ninfa, despertando al mundo de la sensualidad. Sus hermanas celosas, espían sus encuentros con hombres, héroes y titanes y la delatan al padre omnipotente para que la sometan. Pero a ella no le importan los castigos ni la culpa, pues se sabe una verdadera diosa.

La novela se desarrolla en un mundo de la realidad cotidiana, y a la vez, un universo ficticio en el que se cruzan mitos, cuentos de hadas, leyendas, donde se descubre y explora el deseo, la traición, el disfrute sexual e, incluso, perversiones

Para la escritora, todas las mujeres que se abren a la flor de su propio erotismo, que lo indagan en sus diferentes formas, y lo asumen con todos sus riesgos, son en realidad auténticas diosas. Como las ninfas, esas deidades de la antigüedad, plenas de gracia, hedonismo y también crueldad, que manan como fuentes y a veces comparten el misterio de su sonrisa carnal.