Fino humor y juegos musicales ofrecen Virulo, Ernesto Acher y la OSSLA

* Gran éxito de Juegos Sinfoniquísimos en el Teatro Pablo de Villavicencio

Culiacán, Sin., Viernes 15  de Mayo de 2015

No. 435

 

Las risas fueron la constante a lo largo del espectáculo humorístico musical Juegos Sinfoniquísimos, en el que los miembros de la Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes dejaron de lado los formalismos y se divirtieron tanto como el público con los juegos creados por el ex Les Luthier Ernesto Acher y el conocido Alejandro García Virulo, dentro del programa Escena Sinaloa 2015, del Instituto Sinaloense de Cultura.

 

En un Teatro Pablo de Villavicencio con boletos a un costo de 200 pesos en la planta alta y 300 en la planta baja lleno, Ernesto Acher dirigió a la Orquesta, aunque en algún momento se disputó el honor con Aldo Rodríguez, a quien nada más lo habían invitado para dirigirla en la música de fondo del número de Caperucita, una recreación realizada por Virulo, quien hizo de El Lobo y El Narrador, mientras que Acher la hizo de Caperucita.

 

El espectáculo se integra con algunos de los sketchs más selectos de Virulo y que el público ya le conoce a lo largo de más de 15 años visitando Sinaloa, pero nunca con arreglos y acompañamiento de Orquesta Sinfónica. Así, pudimos escuchar la Telenovela familiar, en la que hace una parodia de las telenovelas, esas en las que al final todos terminan siendo parientes. O Rapunzel, cuento recreado en el espectáculo de El Medio castrati, o el mismo Vampiro rumano, sobre las peripecias de un vampiro en la era socialista, que por chupar sangre de camaradas se hace comunista.

 

Ahí mismo presentó en estreno su tema Cuba sí, yanquis qué, sobre el reinicio de relaciones de su natal Cuba con Estados Unidos, en la que imagina las consecuencias de esa reanudación de relaciones de las que concluye, como le dijera un taxista mexicano, “se los van a ensartar”.

 

El programa abrió con Ernesto Acher dirigiendo a la Orquesta en el famoso Intermedio de la zarzuela Las bodas de Luis Alonso, tras lo cual entró Virulo para iniciar con el tema de las telenovelas y del medio castrati, mientras la Orquesta lo acompañaba.

 

Luego Acher solo dirigió a la OSSLA en el tema 40 choclos,  en el que afirma que Mozart fue argentino y antes de ser llevado a Austria, compuso un boceto de su Sinfonía No. 40 pero con ritmo de tango, el cual ha sido reconstruido en aquella pieza, que por momentos suena como la famosa pieza de Mozart y otros como el tango El choclo, a partes iguales, entre las risas del público.

 

El mismo experimento le aplicó al sueco Peer Gynt, cuya Danza de Anitra es combinada con el jazz de La Pantera rosa, de Henry Mancini en Peer Gynt Panther. Y qué decir de Johann Strauss, quien se empeñó en componer una pieza de jazz en tiempos en que este género aun no existía, rescatándose un boceto que combina su vals Sangre vienesa con el tema del musical Hello Dolly, en el tema ¡Hello Strauss!

 

Y algo similar con Mozart, que se enamoró de una bailarina hebrea y compuso algo como Pequeña música hebrea, que aires de la Pequeña serenata nocturna con la tradicional Hava Nagila.

 

En Latin lover, la Orquesta acompañó a Virulo en la historia de un amor muy a lo latino y en invitar a Aldo Rodríguez a dirigir a la Orquesta en La Caperucita, mientras que los humoristas ofrecen su versión tan sui géneris del viejo cuento de Perrault…

 

Lo malo es que es luego se crece y se niega a devolver el pódium a Acher, y terminan dirigiendo a la Orquesta en algo que se llamó El escondite de Brahms, en versión obligada para dos directores, con uno dirigiendo La danza húngara No. 5, de Brahms, y otro dirigiendo un famoso tango El escondite de Hernando, y poniendo en aprietos a los atrilistas, que no hallan a cuál seguir. La ovación del público fue grande.

 

Cerraron con la pieza Amigos, otra “telenovela” en la que recrea aquellas canciones en que dos vocalistas se contestan  y discuten alegando que solo son amigos, y el encore fue otro tema de Virulo con acompañamiento de la OSSLA, El colibrí, sobre un colibrí que es alérgico a las flores y se va a vivir a la ciudad pero extraña los montes y las flores, pero al no poder volver, entra a una biblioteca, abre un libro y aprende a viajar a través de la lectura.

 

Con ello, se puso el broche de oro a una gran noche con estos dos humoristas, por fin juntos en Culiacán y con la OSSLA, una de las glorias de las agrupaciones artísticas de la entidad.

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