Este viernes, Lectura en Voz Alta con Calderón de la Barca

* Se realizará en el Centro Sinaloa de las Artes Centenario

Culiacán, Sin., Jueves 22 de Enero de 2015

No. 35

Este viernes 23 a las 19:00 horas, el Instituto Sinaloense de Cultura  reanuda las actividades del Laboratorio de la Palabra con su ciclo 2015 de Lecturas en Voz Alta, en esta ocasión, dedicada al dramaturgo español del “Siglo de Oro”, Pedro Calderón de la Barca (1600-1681),  en el aniversario de su nacimiento, con su obra La vida es sueño.

   La cita es en el auditorio del Centro Sinaloa de las Artes Centenario del ISIC, y la entrada es libre a quienes deseen leer, escuchar o aprender o comentar un poco más de la vida y obra de este autor.

   El Laboratorio de la Palabra es un programa gestor de actividades promotoras de la lectura recreativa y reflexiva, diseñado y coordinado por Gustavo Enríquez. Se generan dinámicas que fomentan el placer por la lectura, con contenidos, temas y efemérides, propios de la literatura universal. 

   Pedro Calderón de la Barca nació en Madrid el 17 de enero de 1600 y murió en esta ciudad el 25 de mayo de 1681). La vida es sueño (1636) es una de las obras de la literatura española de valor universal. Su complejidad, como ocurre con tantas obras maestras, ha dado lugar a infinidad de interpretaciones.

   La idea central del drama contaba con una historia larga, variada e ilustre, pero Calderón la revive con otros temas como la lucha de la libertad contra el destino y la trascendencia simbólica; y con unos personajes que llegan a representar a toda la condición humana. Su densidad filosófica y simbólica, sus soluciones teológicas, su sentido moral, jurídico y político, hacen que sea la obra más comentada de la literatura española, a excepción de El Quijote, de Cervantes.

   A los 13 años, Calderón de la Barca estrenó su primera comedia, El Carro del Cielo, y a los 19 contaba ya tres o cuatro éxitos teatrales. Escribió comedias como Amor, honor y poder (1623), La dama duende (1629), Casa con dos puertas, mala es de guardar (1632), No hay burlas con el amor (1637), ¿Cuál es la mayor perfección? (1663).

   Sus dramas se dividen en dramas religiosos, trágicos o de honor, y filosóficos. Entre los primeros destacan El príncipe constante (1629) y El mágico prodigioso (1637). Entre los llamados trágicos o de honor, El médico de su honra (1635) es uno de los más característicos. Pero el mejor de los dramas trágicos de Calderón es El alcalde de Zalamea (1640). El más conocido de sus dramas filosóficos es La vida es sueño (1636).