Exhibe el Museo de Arte de Sinaloa "Pintura de gran formato"

Culiacán, Sin., Viernes 31  de Octubre de 2014

 No. 1174

Pertenece a la Colección ISIC-MASIN  y con el propósito de conservar y ponderar el talento artístico

El Museo de Arte de Sinaloa realiza durante el año, tres revisiones de la Colección ISIC-MASIN, cumpliendo así con su propósito de conservar y ponderar dicha colección, proponiendo en cada una de ellas diferentes líneas de investigación curatorial, que proporcionen a cada cuerpo de obra de una intención expresiva y comunicativa particulares, brindando así renovadas y diferentes aproximaciones a tan valioso acervo.

Jorge Mario Escalante Anaya, director de Programación Artística de  ISIC asistió a la apertura, en representación de  María Luisa Miranda Monrreal, directora general del Instituto Sinaloense de Cultura, en donde invitó a la ciudadanía a recorrer el museo y admirar grande obra de artistas reconocidos tanto en Sinaloa como en México y el mundo, “en esta ocasión la sala 1 dedica a exhibir y ponderar la colección ISIC-MASIN, reúne una selección de obra de artistas que han recurrido a soportes de gran tamaño para brindarnos obras sorprendentes no sólo por su técnica sino también por sus dimensiones”, resaltó.

Asistieron además Minerva Solano, directora del Museo de Arte de Sinaloa, así como los artistas Lenin Márquez y Alejandro Mojica, quienes se congratularon de poder mostrar su obra, así como al MASIN por brindarles este espacio de expresión.

La exposición que se  abrió es  una selección de pintura de gran formato que reúne una muestra representativa del acervo que resguarda el MASIN, con obra de artistas como Francisco Moreno Capdevila, Álvaro Blancarte, Ricardo Alemán, Pedro Coronel, Lenin Márquez, Alejandro Mojica, Oscar García, Vicente Espinoza, entre otros.

La pintura de gran formato supone un ejercicio espacial para el artista, quien explora estas proporciones también para crear una experiencia estética distinta en el espectador; la percepción de la imagen está en función con las proporciones de ésta y con las del hombre.

Elige este formato para que el espectador se sumerja en el espacio, para que los límites de la obra estén más allá del cuerpo de quien la mira. Se recurre al gran formato con la decisión expresa de crear un espacio transitable, para que la mirada lo recorra, se pierda y descifre sus sentidos; para trasgredir los límites que sitúan a la pintura como arte del espacio e incursionar en la dimensión que rige la experiencia, de lo vivido. Se pinta en gran formato para capturar –como si esto fuera posible-, el tiempo.

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